Posteado por: MAQAD | 13 febrero 2010

«El comportamiento de una mujer que ama demasiado»

«El comportamiento de una mujer que ama demasiado”

En mi realidad, he visto este comportamiento de mujer que ama demasiado en varias mujeres que ahora recuerdo y lo veo claro.

Una señora (familia de mi abuela) de mi infancia, ya fallecida hoy, pasó por lo que no está escrito con un marido alcohólico, no podían tener hijos, la maltrataba físicamente, de hecho me contaba mi madre que hasta la encerraba en el patio y la dejaba allí pasar la noche y él se marchaba…

Ella nunca se quejó, preparaba su ropa, su comida, y decía a todo el mundo cuánto le quería. Tan resignada estaba a que eso era lo que se merecía, que cuando él murió, yo por aquel entonces me alegré por ella y cuando la volví a ver, lloraba desesperadamente porque le echaba de menos y no podía concebir la vida sin él…

Dios mío, que era lo que no podía ver?? Ahora sé que es exactamente lo mismo que no he visto yo y que no vemos muchas mujeres que estamos enfermas de dependencia. Curiosamente, hoy lo pienso y siento cómo el destino a veces nos tiene deparado aprender de la peor manera posible de nuestros propios errores de juicio… Sin duda es más fácil verlo en otra persona que en uno mismo.

En la actualidad tengo tres amigas que sufren lo mismo que yo (los síntomas, no la historia), una de ellas ha conseguido darse cuenta y recuperarse, ahora tiene una nueva relación y a ella la veo totalmente diferente, ha despertado!!

Otra ojalá decidiese unirse a nosotras pues está tan atrapada en el círculo del “no soy capaz” que no es capaz ni de dar este pasito, y sé que lo necesita pero tiene que ser ella la que tire adelante con esto.

Mi otra amiga, ni lo sabe, no es consciente de lo que está viviendo. Se unió a un hombre que la hace sentir culpable cada pasito que da, que coarta su libertad, que no la tiene en cuenta, muchos síntomas se ven en ella. Sé que se unió a él para evitar la soledad que sintió cuando se quedó sin amigas hace unos años, pero la elección que hizo la ha convertido en una de nosotras y ella no lo ve. Está lejos de poder ver lo que se niega a ver. Está renunciando a cada cachito de sí misma con tal de complacerle a él y no quedarse sola.

No vemos las cosas por más que las tengamos delante, ese es mi mal, no veo lo que tengo delante ciega por lo que yo llamo Amor y no es más que un enganche por la necesidad de cariño (que no me da) y el miedo tan fuerte a estar o quedarme sola (y con ellos lo he estado también aunque estuviesen a mi lado).

Una mujer aprendiendo a ver en qué consiste amar demasiado. Madrid, Febrero 2010.


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