Posteado por: MAQAD | 19 agosto 2010

«Aprendiendo a evaluar al hombre nuevo»

7º Comportamiento de la mujer que ama demasiado

“Se excita a partir de la excitación de él. No sabe sentirse bien por sí misma; de hecho, se siente amenazada por sus propios sentimientos”

 

“Aprendiendo a evaluar al hombre nuevo”

Hola a todas,

Me veo claramente reflejada en este 7º comportamiento en todas mis relaciones de pareja.

Me ha costado años entenderlo pero ahora lo veo claro.

Sólo mis dos primeros novios fueron las únicas relaciones donde me sentí querida y respetada, aún así, este patrón ya estaba latente en mí, pues abandoné al primero porque empezó a parecerme aburrido (se quería casar conmigo) y me enamoré del segundo pero cuando ya éramos novios estables le abandoné también porque me enamoré de un chico malo, distante e inalcanzable.

Luego siempre me pregunté por qué les había abandonado realmente… No es que yo fuese mala y caprichosa, tal vez inmadura, muy joven y totalmente inconsciente de este patrón que supongo aprendí de mis padres.

Es bastante parecido a la historia del libro: mi padre distante, frío, reservado y mi madre iracunda, frustrada, se sentía abandonada y muy manipuladora, siempre nos hizo creer que mi padre era el malo y ella la victima. Mi casa era una guerra continua, peleas, gritos, llantos… no me prestaron atención ni cariño verdadero por eso yo no sabía mantener relaciones de intimidad verdaderas aunque sí llegué a tenerlas con estos dos primeros novios.

Había una contradicción muy fuerte en mí, pero ganó este patrón negativo y a partir de ese momento todas mis relaciones reflejaron mi ansia por ser querida y correspondida y nunca más volví a conseguir amor.
 
Respecto al sexo, también reflejaba mi ansia de amor: empecé a entregarme a la primera de cambio a cualquiera. Lo hacía porque creía que ser liberal me hacía parecer más interesante ante los demás pero en el fondo, y con el paso del tiempo, empecé a descubrir que tenía miedo de no ser querida si no lo daba todo, creía que sólo me querrían si me entregaba desde el primer momento.

Me costaba mucho tener una relación íntima y verdadera (poca tolerancia o paciencia para la intimidad) y no entendía por qué si al principio tuve amor ahora ya no lo conseguía, supongo que también tuve la suerte del principiante o algo así.

Empecé a elegir a hombres imposibles, que me rechazaban. La historia más larga y destructiva ha durado casi 10 años y él ha sido el más cruel e indiferente de todos.

El sexo con él era increíble, una bomba y en realidad era lo único que nos mantenía en contacto, a pesar de yo soñar que acabaríamos juntos… y de aguantarle malos tratos, humillaciones, rechazos.

Entremedias, de vez en cuando se me acercaban chicos aburridos y sosos interesados en mí. Yo los juzgaba de antemano y acababa dejándolos.

He sido una experta toda mi vida en intentar agradar y en reprimir mis sentimientos si veía algo que no me gustaba de un hombre.

El último hombre que me ha roto el corazón me habló, cuando sólo llevábamos doce días juntos, de una posible vida en común, de tener hijos… y recuerdo en ese momento la punzada de la duda, de mi duda sobre lo que yo sentía por él, sentí miedo de rechazarle (justo ahora que parecía que un hombre quería comprometerse conmigo!), de que no me gustara realmente, de que no lo conocía realmente para que me propusiera algo así pero decidí borrar mis sentimientos y me volví a entregar con el mismo ansia de siempre para estrellarme de nuevo, pues sus palabras no tenían fundamento como luego me demostró al cabo de poco tiempo.

También recuerdo la primera noche con él (en la que ya tuvimos sexo) y yo estuve a punto de pedirle más tiempo pero tuve miedo de ser rechazada si no me acostaba con él. Creo que el sentido común estaba despertando en mí pero he tenido que llevarme otro palo para ser consciente.

Ahora mismo, estoy en el punto de aprender a evaluar con serenidad al nuevo hombre, saber detectar una relación imposible y distinguir si realmente esa persona me agrada, me gusta… y no solamente intentar agradarle yo a él. 

Actualmente, hay un hombre nuevo que me ronda y me he comprometido conmigo misma a no entregarme sexualmente sin estar segura de que me gusta realmente, a conocerlo bien, a valorar si lo que me ofrece me gusta y me hace sentir bien, a no agradarle compulsivamente. Hemos salido unas cuantas veces y yo me lo estoy tomando con mucha calma.

Mi psicóloga me ha dicho que necesito aprender a rechazar a un hombre que no me guste realmente, lo cual no es fácil, pero ahora soy más consciente de ello.

Una mujer de Salamanca que ama demasiado

Febrero 2010 


Categorías

A %d blogueros les gusta esto: