“Los Regalos de la Vida”
Y la Vida no para de ofrecerme regalos! Y es que las experiencias no ocurren en balde. Hoy he pasado una agradable tarde con una persona muy especial. Muchas gracias princesa por confiar y compartir tu historia conmigo.
Sin saber cómo volver a abordar en esta ocasión el paso 4, escucharte y hablarte me ha ayudado a reconectar con mis creencias más profundas. Qué maravilloso es este programa cuando nos ofrece la posibilidad de dar y recibir – recibir y dar…
En cuanto al desarrollo de mi espiritualidad, por supuesto que una caminata tranquila al amanecer, contemplar una puesta de sol en el mar o simplemente observar la grandeza y sencillez de la naturaleza me proporciona paz y serenidad. En ocasiones empatizo tanto con este tipo de entorno que me siento totalmente en conexión con el Universo.
Una de mis afirmaciones preferidas es: “El Universo es Bello, Justo, Perfecto… y Yo formo parte de Él”. Éste ha sido un gran descubrimiento. He tenido que vivir momentos verdaderamente destructivos para, tras tocar fondo, abrir los ojos y percatarme de todos estos inagotables regalos que no se cansa de ofrecernos la Vida.
Y es que, en el Mundo Físico en el que vivo todo es relatividad: no hay arriba sin abajo, ni día sin noche, no hay amor sin odio, ni risas sin lágrimas, no existiría lo bueno sin lo malo, ni el hombre sin la mujer, ni el huevo sin la gallina, ni el aquí sin el allí, no habría pasado sin presente ni futuro…
Conectar con el Universo me lleva más allá de esta relatividad, más allá de mí misma dándome una perspectiva más amplia y absoluta de las cosas incluida yo misma.
Es conectar con el Mundo de lo Absoluto en el que sólo existe la Unidad. En esto se resumiría mi percepción espiritual actual.
Lejos de intentar descubrir o comprender la existencia de un Dios superior, o de definirme culturalmente en una u otra creencia religiosa, mi trabajo espiritual no se basa en buscar respuestas ni en practicar mi santa devoción. Va más allá.
Es una conexión con la Vida que me llena de serenidad y orgullo por sentirme parte de esta Unidad. Esta aceptación y comprensión de mí misma como una parte más de lo que yo entiendo por Vida, es mi actual práctica espiritual.
Resulta que mi Universo, la Unidad, la Vida… es Bella, Justa, Perfecta. Y la buena noticia para mí es que ¡Yo formo parte de ella!
Imagínate una diminuta pieza de un inmenso puzzle. Mi sensación es haber conseguido encajar en ese puzzle (el Universo), contribuyendo con mi diminuta existencia a que esas mil piezas luzcan toda su Hermosura (la Unidad).
La comprensión es no desvalorar mi Vida por insignificante que parezca, amarme y dar gracias por lo que soy y lo que tengo, incluyendo este cuerpo físico. Es comprender que mi única responsabilidad es sentirme parte importante del puzzle. No debo componerlo yo todo, no debo controlar que las piezas encajen donde deben, consiste en confiar en el Poder y la Sabiduría de la Vida para colocarnos a cada uno de nosotros donde debemos estar.
Supongo que se le podría llamar Fe. Mi Fe en la Sabiduría de la Vida me ha ayudado en más de una ocasión a detenerme durante unos instantes, a no hacer nada, simplemente cerrar los ojos, respirar, y escuchar lo que la Vida quiere decirme. Y cuántos regalos me ha susurrado al oído… pues de la nada siempre surge una brisa, un canto, una sonrisa, unas bellas palabras, un bebé al que besar, una guitarra que tocar, un amigo al que saludar, una llamada telefónica, un dibujo, una poesía, un libro especial… regalos que nutren mi Alma.
Por fin he aprendido a escuchar…
Una mujer MAQAD Marzo 2010