Posteado por: MAQAD | 8 diciembre 2009

«Abandonar la fantasía»

  Síntoma 10 de la Mujer que Ama Demasiado

 “En una relación, está mucho más en contacto con su sueño de cómo podría ser que con la realidad de la situación ”

 

«Abandonar la fantasía”

Y así fue…, qué cosas, encontrar en tres paginitas el retrato de una misma…

He “aprincepado” tanto a los hombres que han pasado por mi vida…sobretodo a uno, y ahora, echando la vista atrás, me cuesta pensar que se trate de la misma persona.

A veces me sorprendo todavía echando de menos cosas de él que nunca tuve, me cuesta ubicarlo, abandonar la fantasía y recordarlo como realmente era, con sus cosas buenas y sus cosas malas.

He pasado por todas las etapas, incluso le he convertido en demonio para atribuirle todos los males del mundo y ese ha sido el camino más rápido hacia la más estrepitosa recaída.

Era sencillo, pensaba que era lo peor y al menor indicio de bondad (que también la tenía), pensaba en lo equivocada que estaba y esa bondad la “traslapolaba” (palabra inventada, ji ji ji) a todo lo demás que yo deseaba de él, lo hacía a mi medida…

No funcionó eso tampoco, por eso lo único que utilizo ahora es la distancia, distancia física y emocional. De lejos es cuando lo veo bien, puedo con más serenidad aproximarme a la persona que conocí, que convertí en mi mejor amigo, para luego enamorarme y a partir de entonces convertirlo en alguien que nunca existió.

Me duele, tengo días en los que me acuesto y despierto con él, imaginándolo a mi lado, días en los que tengo que hacer un esfuerzo enorme para no llamarle y mucho más para no responder a sus llamadas, sus correos.

Imagino que en el fondo él también me amó demasiado, que hay algo enfermizo en su forma de quererme tan mal.

Imagino lo persuasivo que es el poder, y que perder a alguien que te ama tan incondicionalmente como lo hacía yo le estará provocando un tremendo “mono”.

Pero ahí yo ya no puedo intervenir, yo me procuro mi recuperación, él debe hacer lo propio, no puedo pasarme la vida rescatándolo.

 

Con todo mi amor, una mujer que ama demasiado.

 Valencia, Diciembre 2009

 

Después de estudiar con cuidado este caso

ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,

de juez imparcial,

sentencio lo nuestro

diciendo que el fallo más grande

pasó por guardar

solamente los días más gratos

y olvidar los demás”


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