Posteado por: MAQAD | 13 febrero 2010

«Debo interiorizarlo hasta la última de mis células»

  2ª Característica de la Mujer Recuperada

 «Acepta a los demás tal como son, sin tratar de cambiarlos para satisfacer sus propias necesidades”

 

«Debo interiorizarlo hasta la última de mis células”

Mi trabajo con el tema de hoy ha consistido en releer muy atentamente los apartados del Paso quinto Qué significa… y Qué requiere dejar de dirigirle y de controlarlo, y he destacado estas ideas que para mí son las esenciales, las que tengo que interiorizar hasta la última de mis células y llevarlas a la realidad de cada día de mi vida cotidiana respecto a todas las personas:

 Qué significa…

Cuando trato de solucionar sus problemas, la persona queda liberada de su propia responsabilidad por su propia vida. Entonces yo quedo a cargo del bienestar de ella, y cuando sus esfuerzos fallan, me culpará a mí.

No dirigir ni controlar también significa salirse del papel de alentar y elogiar cuando estoy tratando de controlar la vida del otro.

He de dejar que esa persona desarrolle su propio orgullo a partir de sus propios logros.

En el caso de la pareja, él no necesita otra madre (por mala que haya sido la suya!) y lo más importante, yo no necesito que él sea mi hijo.

Debo prestar menos atención a lo que él está haciendo y más atención a mi propia vida.

Él debe solucionar sus propios problemas y no yo. Tengo que dejar que asuma toda la responsabilidad por sus problemas y todo el mérito por sus soluciones.

También significa desprenderme de los sentimientos de él, y especialmente de sus acciones y los resultados de las mismas.

No tengo que salvarlo de su dolor. Puedo continuar queriéndole, pero no cuidándole, para así permitir que encuentre su propio camino, tal como yo estoy tratando de encontrar el mío. 

Qué requiere…

Requiere que yo aprenda a no decir ni hacer nada. Esta es una de las tareas más difíciles a las que hay que enfrentarse en el camino de la recuperación.

Requiere enfrentar mis propios miedos con respecto a lo que podrá pasarle a él y a la relación si dejo de dirigirlo todo. Y esforzarme por eliminar estos miedos en lugar de manipularle a él.

Requiere que yo acuda a mi práctica espiritual cuando me asuste, pues la sensación de no tener control sobre mí misma cuando dejo de intentar controlar a otros es muy alarmante.

Requiere reflexionar en lugar de esperar que sea lo que yo quiero, porque cuando deje completamente de controlar y manipular, también tengo que dejar la idea de que “cuando él cambie yo seré feliz”, pues la auténtica realidad es que posiblemente él no cambie nunca y yo debo aprender a ser feliz de todos modos.

Una de las mujeres que ama demasiado, camino de su recuperación. Ibiza 2009


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